"Muero en el campo de batalla, desangran mis llagas entre los surcos de mi piel"
No entiendo el amor, se enreda como hiedra en cada pensamiento que lleva nombre de mujer y luego migra como golondrina cuando ya anidó palabras.
Migras como golondrina, cuando ya pintaste las letras de un color, cuando le diste la razón, cuando ya sembraste recuerdo. Y ahora soy yo el que paga las deudas de tu fugacidad.
Si vas a huir, ¿por qué viniste aquella vez? sin tambores ni trompetas, sin alarde, sin aviso, camuflado entre amistad y delirio, y soy yo el idiota que te deja pasar, cuando ya conozco tu cara fiera, dispuesta a todo, conozco tus vestidos y el tul azul que cubre tu cara, conozco tus pasos de mujer y tu canto de sirena me aturde y solo te dejo pasar, y entras y adornas.
Con tus poemillas ornamentales hiciste una novela, mas pusiste mi firma y la enviaste por mar a su destino. Hipócrita! Copiaste la novela y la mandaste a otros lares!
El mar por donde pasó aquel barco no está en los mapas, no, lo enviaste a ultramar y solo diste orden de encallar en costas cercanas, no diste nombre, no diste la cara.
Te veo volver a casa, mejor ignorar.
Tocan la puerta, es por tus cartas, me empujas me vistes con el tul azul, veo tu rostro marginal y unas pupilas que se copian hasta ya no verlas más, veo tu rostro de mujer y veo ríos que que cortan como sagita las mejillas, no son tuyos.
Clavas un cuchillo en mi pie, abres la puerta y te escondes a un lado, solo eres auditorio, me tomas de la mano, desgarras mi pie y huimos.
Otros lares nos esperan, perdón, solo te esperan a ti. Luego retiro el espejo de en frente y el titiritero se va para ocupar el mismo espacio y tiempo que yo.
Se buen escritor, guarda el tiempo, colócalo en una caja de cristal pero píntala de hierro, y cuando tus ideas llenen ese corazón de títere, escribe la más hermosa novela y no volveremos a ver ríos en mejillas ajenas, pies desgarrados, barcos naufragando, novelas copiadas ni oiremos golondrinas o cantos de sirena, entonces ella, con su cuerpo de dama, pasará la puerta, te saludará y correrá el tul azul y amarás.
Gracias M_RC
martes, 26 de noviembre de 2013
martes, 15 de octubre de 2013
Miradas, dijo
Miradas, miradas cruzadas, miradas que viven, que mueren , que matan, miradas, eternas, miradas de luto, miradas que se juntan y el mundo desaparece, miradas que desaparecen cuando el mundo las junta.
Y entre todas las miradas, entre tantas diferentes y cambiantes, está la tuya, oculta tras un mechón de pelo que la une con tu sonrisa.
Mis ojos gritan tu belleza, si solo tuvieran bocas.
Pero para qué, mudos, mudos igual que yo se encontrarían.
Clavados desde la raíz por una mirada que golpea en lo más hondo.
Una mirada que desaparece cuando el mundo la junta con la mía.
Gracias AASR
Y entre todas las miradas, entre tantas diferentes y cambiantes, está la tuya, oculta tras un mechón de pelo que la une con tu sonrisa.
Mis ojos gritan tu belleza, si solo tuvieran bocas.
Pero para qué, mudos, mudos igual que yo se encontrarían.
Clavados desde la raíz por una mirada que golpea en lo más hondo.
Una mirada que desaparece cuando el mundo la junta con la mía.
Gracias AASR
viernes, 23 de agosto de 2013
Paredes negras
Le siguen, él
huye, corre por las calles sin siquiera voltear la mirada, el miedo lo había
dejado en una misma acción, única y monótona. Las pisadas se hacen más fuertes,
más cercanas, el corazón evaporándose por los ojos a causa de la adrenalina,
salta una cerca, son dos, se eleva, ahora tiene los techos a sus pies, nadie se
rinde y ahora el miedo toca poco a poco sus músculos, punzándole casi haciéndolo
caer, de repente su suelo se torna techo y tropieza, se rompieron los maderos
de la casa y se encuentra solo en una habitación, nadie notó su desaparición,
termina su persecución.
Su cuerpo late tan fuerte que le tapa los oídos, pero este cesó su movimiento al morir el miedo de la carrera, entonces el aire se endulza, música por todos lados, música como nunca escuchó. El cuarto que lo rodea vestía de luto, gira sobre sus talones y encuentra una perilla brillando, solo existe un rayo de luz que le da visibilidad a la habitación, un haz que viene del techo herido por su tropiezo.
Abre la puerta y la música sangra de
las paredes, viene de todos los lados y él busca la fuente con esperanza,
esperanza que le mueve el alma y se siente flotar, mover por una marea eterna
de sonidos, ve a lo lejos del corredor, entreabierto, un portón de madera. Se
mueve lentamente, sin siquiera sentir sus piernas, mientras se acerca, su
sangre, como congelándose, paraliza sus sentidos y la conciencia se ocupa de
hacerlo escuchar y acercarse a la abertura del portón.
Inerte yace el hombre, admira y descubre a una joven que se sume en el sueño de sus manos, roza las teclas como si besara con las yemas de sus dedos, cada una de ellas.
Ella, como perturbada por su respiración, abre los ojos y haya una mirada seca e imposible de apagar, él, clavado de pies, solo ve como se acerca y abre el portón que lo escondía, nota entonces su desnudez y la de ella.Sus cabellos bailando en su rostro y sus ojos como queriendo sonreírle. Da un par de pasos y está a centímetros de él, la cabellera golpea al hombre en la cara y este, como envenenado desea aspirar el aroma, esperando encontrarlo tan dulce como su música, pero ella no para el paso, se aleja sin tornarse a verlo y él siente la presión en el pecho cuando se le es negado el deseo.
Acelera el paso, ¡no existe sentido!, ¿por qué corre ahora que ya la deseo? no corría, no corre, solo camina rápido, acelera, avanza, no corre, ahora corre, él también.Empuja la puerta del cuarto de paredes negras, él la alcanza ahí, ella sonríe, toma su mano, siente entonces una suavidad eterna, sus manos frías, blancas como la nieve, acerca la cabeza a su cuello, y huele la helada que nace de su cuerpo, su cuerpo vuelve a clavarse, es demasiado el frío, las paredes negras ya no están, sus músculos se mueven, parpadea, siente el frío gélido pasar por sus pulmones, parpadea nuevamente, ella ya no está, está solo en una habitación sin paredes, ni techo sin siquiera suelo en donde clavar sus pies, el gélido vuelve a recorrer su cuerpo moribundo, abre los ojos, el pecho le golpea, escucha esa música nuevamente, escucha una sirena.
Lo cargan entonces y lo llevan a una ambulancia que esperaba afuera de la casa, de lejos ve nuevamente a esa joven, siente nuevamente su aroma, expira.
Se encuentra junto a ella, desnudo, tocando el piano, con el portón entreabierto.
Su cuerpo late tan fuerte que le tapa los oídos, pero este cesó su movimiento al morir el miedo de la carrera, entonces el aire se endulza, música por todos lados, música como nunca escuchó. El cuarto que lo rodea vestía de luto, gira sobre sus talones y encuentra una perilla brillando, solo existe un rayo de luz que le da visibilidad a la habitación, un haz que viene del techo herido por su tropiezo.

Inerte yace el hombre, admira y descubre a una joven que se sume en el sueño de sus manos, roza las teclas como si besara con las yemas de sus dedos, cada una de ellas.
Ella, como perturbada por su respiración, abre los ojos y haya una mirada seca e imposible de apagar, él, clavado de pies, solo ve como se acerca y abre el portón que lo escondía, nota entonces su desnudez y la de ella.Sus cabellos bailando en su rostro y sus ojos como queriendo sonreírle. Da un par de pasos y está a centímetros de él, la cabellera golpea al hombre en la cara y este, como envenenado desea aspirar el aroma, esperando encontrarlo tan dulce como su música, pero ella no para el paso, se aleja sin tornarse a verlo y él siente la presión en el pecho cuando se le es negado el deseo.
Acelera el paso, ¡no existe sentido!, ¿por qué corre ahora que ya la deseo? no corría, no corre, solo camina rápido, acelera, avanza, no corre, ahora corre, él también.Empuja la puerta del cuarto de paredes negras, él la alcanza ahí, ella sonríe, toma su mano, siente entonces una suavidad eterna, sus manos frías, blancas como la nieve, acerca la cabeza a su cuello, y huele la helada que nace de su cuerpo, su cuerpo vuelve a clavarse, es demasiado el frío, las paredes negras ya no están, sus músculos se mueven, parpadea, siente el frío gélido pasar por sus pulmones, parpadea nuevamente, ella ya no está, está solo en una habitación sin paredes, ni techo sin siquiera suelo en donde clavar sus pies, el gélido vuelve a recorrer su cuerpo moribundo, abre los ojos, el pecho le golpea, escucha esa música nuevamente, escucha una sirena.
Lo cargan entonces y lo llevan a una ambulancia que esperaba afuera de la casa, de lejos ve nuevamente a esa joven, siente nuevamente su aroma, expira.
Se encuentra junto a ella, desnudo, tocando el piano, con el portón entreabierto.
Gracias VIMG♥
viernes, 18 de enero de 2013
Confesión de amor
Mientras sostengo tu mano, de repente aparece una luz en tu mirada, me alegro, te miro y sonrío y la mía también se enciende; nuestros sueños comienzan su baile, se juntan, se vuelven uno en la danza y con pequeños pasos terminan cada melodía sin dejar de mirarse, sin dejar de sonreírse.
Ilusionarse nuevamente con cada una de tus risas, pero solo te hablo con la mirada pues aún sigo sin saber que te podría decir; tú que eres tan perfecta, traduceme este silencio y así tal vez descubras el secreto de mi alma, que no se cansa de amarte.
"... Me dejare de flores por un rato, y te lo diré: ... Te amo!", se escuchó por las calles de Lima lista para recibir el aniversario.
Eran solo dos sombras que al final de la calzada se volvían una. Eran cualquiera para cualquiera; su amor, uno más para alguien más; sus mundos, tan normales para los normales; pero ellos estaban enamorados, y el amor te nubla los ojos, la mente e incluso, la concepción del tiempo y de las cosas, y por ende para ellos no eran cualquieras, eran la pieza que hacia de cada segundo de sus días uno perfecto; su amor era la gota que hacia del elixir de la vida, cada vez más fuerte y eran también la razón y el motivo de seguir respirando; y por último, sus mundos, para ellos su mundo estaba flotando en la mirada del otro, su mundo daba vueltas a sus alegrías, para ellos sus mundos eran solo uno, con un aire que sabía a miel, un lugar perfecto para compartir un beso, sus mundos se perdían, un beso que se sentía a brisa, fresca, fuerte y viva como tal.
"Eso es lo que me das todos los días, Fuerza y Vida, para seguir luchando por el mundo, y ahora TÚ eres mi mundo. Me das vida, para seguir luchando por ti."
Gracias IJRH
Ilusionarse nuevamente con cada una de tus risas, pero solo te hablo con la mirada pues aún sigo sin saber que te podría decir; tú que eres tan perfecta, traduceme este silencio y así tal vez descubras el secreto de mi alma, que no se cansa de amarte.

Eran solo dos sombras que al final de la calzada se volvían una. Eran cualquiera para cualquiera; su amor, uno más para alguien más; sus mundos, tan normales para los normales; pero ellos estaban enamorados, y el amor te nubla los ojos, la mente e incluso, la concepción del tiempo y de las cosas, y por ende para ellos no eran cualquieras, eran la pieza que hacia de cada segundo de sus días uno perfecto; su amor era la gota que hacia del elixir de la vida, cada vez más fuerte y eran también la razón y el motivo de seguir respirando; y por último, sus mundos, para ellos su mundo estaba flotando en la mirada del otro, su mundo daba vueltas a sus alegrías, para ellos sus mundos eran solo uno, con un aire que sabía a miel, un lugar perfecto para compartir un beso, sus mundos se perdían, un beso que se sentía a brisa, fresca, fuerte y viva como tal.
"Eso es lo que me das todos los días, Fuerza y Vida, para seguir luchando por el mundo, y ahora TÚ eres mi mundo. Me das vida, para seguir luchando por ti."
Gracias IJRH
jueves, 17 de enero de 2013
Una cita en París
Entre sus calles iluminadas andaba una sombra expectante de compañía ni siquiera un alma solitaria, porque no lo acompañaba ni siquiera su soledad.
Mirada baja, cabeza gacha, ojos perdidos en sus pisadas, vestía pantalón beige y camisa blanca desabotonada en el cuello, buscaba una razón, una razón de cambiar su caminar, lo olvido, corrió ante las extrañadas miradas parisinas y paro en un parque de una paz tan grande, que solo el aire perturbaba su fineza.
Levanta la mirada, sonríe y camina a paso galante, casi dandi; un olor a vida lo había animado, sigue su travesía emocional por un sendero de piedra entre gigantescos arboles y extensas llanuras cubiertas de pasto hasta donde su imaginación alcanzaba a ver, no soportó más y entro a los pastizales, no pudo, lo atrajo su libertad, aun afuera de ellos la notaba, felicidad puramente transformada en aire, sin otro gota más que sonrisas exprimidas de cientos de carcajadas. Disfrutó de todos sus ánimos por unos cuantos segundo y luego calló rendido, cerró los ojos y comenzó a recordar; el cielo se nubló, los pastos se secaron y los arboles callaron sus brisas; volvía el dolor, pero de repente entre tantas ideas que le sangraban la mente lo despertó un golpe en el pecho, abre los ojos, el cielo, los pastos, los arboles, las risas, todo vuelve a aparecer, se torna y mira a sus costados buscando la razón el culpable de volverlo a su felicidad, no había nadie, tal vez huyó.
Al no encontrar culpable de su escape a la condena, se levantó, y sin querer la vio, una manzana a unos pocos pasos de donde había estado hundido su cuerpo en toda esa efímera depresión, achinó los ojos, le fijo la mirada y le dijo en tono humilde: "Gracias, porque sin ti aún estuviera sumido en esa oscura cárcel. Gracias, porque venciste una pelea que no era tuya y que ni siquiera yo pude vencer".
Gracias AAAS ♫♪
Mirada baja, cabeza gacha, ojos perdidos en sus pisadas, vestía pantalón beige y camisa blanca desabotonada en el cuello, buscaba una razón, una razón de cambiar su caminar, lo olvido, corrió ante las extrañadas miradas parisinas y paro en un parque de una paz tan grande, que solo el aire perturbaba su fineza.

Al no encontrar culpable de su escape a la condena, se levantó, y sin querer la vio, una manzana a unos pocos pasos de donde había estado hundido su cuerpo en toda esa efímera depresión, achinó los ojos, le fijo la mirada y le dijo en tono humilde: "Gracias, porque sin ti aún estuviera sumido en esa oscura cárcel. Gracias, porque venciste una pelea que no era tuya y que ni siquiera yo pude vencer".
Gracias AAAS ♫♪
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