¿Alguna vez les ha sucedido que, están caminando por la calle y en eso te empiezan a seguir? A algunos los siguen perros, gatos, palomas, cocodrilos, dinosaurios o hasta unicornios (con lo que uno se puede encontrar hoy en día) y a otros simplemente los sigue su sombra, dolería saber que eres una de esas personas que andan tan solas que la única compañía que podría ver es una silueta negra en la pared, aunque si nos ponemos a pensar, en algún momento hemos estado en esa posición, pensando: "Y ahora, ¿dónde están?", me podría referir a un amigo, a "los amigos", o también puede ser que este perdido y no encuentre a mi mamá, cosas de la vida.
Ojalá no este alucinando que todo esto realmente sucede en cada persona, porque si no fuese así entonces significaría que tengo un grave problema social, porque todo empezó con uno de esos días donde "ella" me seguía.
"Tiene amante, está enamorado" habrán murmurado, pero el caso es que me refería, a un particular minino, protagonista de mi relato, (ahora recién tiene sentido el título ¿verdad?).
¿Se pueden imaginar la expresión de mi cara al ver un gato de pelaje rojo?, era una cara que mayormente se expresa con un "WTF?".
Sí, ahí estaba yo, y en frente mío el peculiar espécimen.
Me siguió hasta mi destino, y de vuelta a mi origen, un día tras otro, mantenía su distancia, pero también mantenía el paso, nunca tan lejos ni tan cerca, pareciera que lo único que deseaba era hacerme entender de su presencia, ¿Acaso ya no lo había entendido?
Pasado una semana, empezaba a preocuparme, tal vez era el Agente G, amigo de el Agente P (Perry el Ornitorrinco, para los que no han tenido infancia en los finales de los 90 y comienzos del 2000), pero como nunca lo vi vestir sombrero marrón, fue la primera opción en irse, aunque realmente seguía vigente.
Una desbaratada idea pasó por mi mente, el gato pudo haberme seguido desde mucho antes y recién me percataba, desde la secundaria, posiblemente mucho antes, la primaria, ¿y si estuvo ahí cuando yo nací?.
La mayoría de esas ideas se esfuman rápidamente, pero esa vino para quedarse, busqué en mis fotos, tenía ese presentimiento de ilusión encontrado fácilmente en niños pequeños, en el que abres una caja que emite un raro sonido, esperando que sea un aparatito que te lleve a otro mundo donde los animales hablen, pero realmente es la alarma de un viejo reloj de juguete, (desmotivación detected), mucha fue mi sorpresa al observar al raro gato, posando junto a mi foto de promoción de inicial, removí mi baúl de los recuerdos hasta encontrar una foto de mi promoción de primaria, y, Oh sorpresa!, él estaba ahí, un gato sonriente como el del país de las maravillas.
A la mañana siguiente, volví a encontrármelo, misma historia, ida y vuelta, junto a mi.
Estábamos a la mitad del regreso, cuando, cruzando el viejo callejón; de los antiguos de Lima, donde casas balconadas rodea la acera y un ligero olor a madera merodea el lugar; sin previo aviso, me hallé en medio de un atraco, a mi vista pasaban la decena de personas, aunque podría ser que el temor las multiplicase, cerré los ojos, no quería conocer mi final.
Mas el susto solo duró un suspiro, abrí los ojos y vi una gatuna sonrisa.
Correr, correr como si no hubiera mañana, sin reservar mis fuerzas para cuando llegase a mi hogar; abrí, entré, paré, y me hallé en la seguridad de mi cuarto, con la mirada aún perdida, caí dormido, pudiese ser por el miedo.
Luego de despertar fui a buscarlo, ¿a quién?, a mi salvador, mi travesía no duro mucho, bastó con que abriera la puerta para encontrarlo con una expresión, pudiese ser, más burlona que la acostumbrada carita de felicidad y paciencia.
-Gracias - fue lo único que atiné a decirle, aunque por dentro pudiese darle un discurso.
Gracias VIMG
No hay comentarios:
Publicar un comentario